Entrevista a Cristina Sanz, Co-CEO de Inpro

 

 

Hoy os traemos la entrevista realizada por

Cristina Sanz, Co-CEO de Inpro para la revista «Muy Segura»

 

 

¿Cómo inició su andadura laboral?

Somos tres chicas en casa y yo soy la mayor. Desde pequeña mi padre me trató siempre como el chico que nunca tuvo y a los 18 me llevó a trabajar a la empresa. Creo que, sin ser consciente de ello, me hizo pasar por todos los puestos, ¡como en un Mc Donalds! Estuve en la fábrica, regulando presostatos y organizando el almacén, hasta que llegué a la oficina. Pegué muchos sellos, hice millones de fotocopias y empecé a viajar como su traductora. Ahí comenzó el embrión del departamento de exportaciones de la compañía.

«Desde pequeña mi padre me trató siempre como el chico que nunca tuvo y a los 18 me llevó a trabajar a la empresa».

 

¿Cuál es el mejor recuerdo que conserva de aquella primera etapa, y qué situación le implicó tener que afrontar un mayor reto o desafío?

Alemania sin duda. Imagina la Alemania de entonces, españoles intentando venderle a los alemanes producto industrial de ingeniería. Creo que el mayor desafío fue el cambio de actitud de la generación de mi padre y la manera en la que nos miraban y trataban. Yo no tenía esa percepción, para mí eran iguales. Y en la negociación eso lo cambia todo.

«Alemania, sin duda, es el mejor recuerdo que conservo de mi primera etapa profesional».

 

¿Qué hitos identifica, hasta el momento, en el transcurso de su trayectoria profesional?

Después de mi vuelta de Estados Unidos, las instalaciones de gasóleo en el mercado residencial estaban ya empezando a ser sustituidas por gas, así que llegó el momento de diversificar. Y ahí empezó a crearse la idea y el desarrollo de nuestros proyectos para instalaciones críticas, exportando a otros países. Coincidió con la enorme ola de los años de la locura de la telefonía móvil y, con un partner alemán, comenzamos a fabricar los primeros manos libres compatibles con la mayoría de los teléfonos móviles de aquella época. Pero no nos quedamos quietas y nos pusimos a buscar una solución que fuera Wireless. Ahí es donde comenzó nuestra relación con la compañía Parrot. Tras eso llegó otro momento clave: vendimos la “spin-off” que habíamos creado y me trasladé a vivir a París para liderar las acciones de Marketing de Parrot ocupando el puesto de CMO a nivel global. Además de esta responsabilidad, también estaba al cargo de todo el desarrollo de negocio a nivel internacional, tratando de replicar el modelo que había implementado en España.

«Después de mi vuelta de Estados Unidos, las instalaciones de gasóleo en el mercado residencial estaban ya empezando a ser sustituidas por gas, así que llegó el momento de diversificar».

 

¿Por qué han tenido ese significado para usted?

En muchos sentidos: como mujer y como española, fue un reto el haber desarrollado un modelo estratégico con el que vimos el hueco que el mercado nos ofrecía, y luego desarrollarlo a nivel mundial en una empresa de ingenieros franceses. Me dijeron que duraría seis meses en el puesto.

«Fue un reto el haber desarrollado un modelo estratégico con el que vimos el hueco que el mercado nos ofrecía».

 

¿Cuándo y por qué se funda Inpro? ¿Cuál es su posicionamiento y valor añadido en el mercado?

Inpro lo funda mi padre junto con un socio alemán en 1972, trabajando en el desarrollo de la construcción y adopción del gasóleo como fuente de combustible para calefacción en aquella época. Fuimos pioneros en el uso de una tecnología que no existía y que añadía a la instalación controles y actuadores que le permitían ser más eficiente, reducir el número de bombas, un mejor control de la presión, etc.

«Fuimos pioneros en el uso de una tecnología que no existía y que añadía a la instalación controles y actuadores que le permitían ser más eficiente, reducir el número de bombas, un mejor control de la presión, etc».

 

¿Cómo han evolucionado sus responsabilidades en la compañía y qué funciones clave desempeña en la actualidad?

Actualmente la empresa la codirigimos mi hermana y yo. Y yo estoy más concentrada en la parte estratégica – hacia dónde va la empresa no sólo en cuanto a mercados si no también industrias, partnerships y gama de productos.

 

¿Qué objetivos posee la empresa en el medio plazo y de qué manera le están haciendo frente a las distintas etapas de pandemia sanitaria?

Tenemos un posicionamiento claro en la parte de proyectos para el sector industrial, especialmente en instalaciones de back up en infraestructuras críticas como hoteles, hospitales, aeropuerto. Y últimamente, debido a la importancia y presencia del Big Data, también estamos muy enfocados en el sector de los Datacenters.

Con respecto a la pandemia, en la distribución – la actividad que está más ligada a la construcción – tuvo un efecto dramático, y también en materia de proyectos que llegaron a pararse completamente. Pero afortunadamente ahora veo una reactivación y estamos ya trabajando en varios proyectos en distintas partes del mundo. En el mercado de Datacenters el incremento del tráfico de datos durante la pandemia ha hecho que la construcción de estos se incremente de forma exponencial.

«Tenemos un posicionamiento claro en la parte de proyectos para el sector industrial, especialmente en instalaciones de back up en infraestructuras críticas como hoteles, hospitales, aeropuerto. Y últimamente, debido a la importancia y presencia del Big Data, también estamos muy enfocados en el sector de los Datacenters».

 

Dada su experiencia, ¿desea lanzar un mensaje a la mujer profesional, que constituye una parte muy destacada de la audiencia de Muy Segura?

Si en tu cabeza no existe diferencia, si crees que realmente puedes hacer lo que te propongas, siempre llegarás mucho más cerca de tu objetivo que si a priori tú misma te pones trabas. La igualdad empieza por que nosotras realmente, de forma individual, ni siquiera nos planteemos que puede existir dicha diferencia.

 

¿Quiere añadir algún comentario, reflexión o valoración adicional?

Acabo de estar en una feria en Dubái y vi que en la portada de una revista especializada sobre instalaciones eléctricas y energía, salían 10 o 12 mujeres ingenieras, y con otros puestos de responsabilidad, hablando sobre su experiencia en distintas empresas del Golfo en trabajos muy técnicos y especializados. Y no decían nada que no haya oído en mis últimos viajes a Inglaterra o Francia: que en todos los países la incorporación y presencia de la mujer en el sector industrial es escasa en comparación con otros sectores. También me sorprendió que los comentarios que estas mujeres hacían no distaban de los que oímos habitualmente en Europa o Estados Unidos.

 

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